Todo lo que ofrecieron lo tenía: baño completo con agua caliente todo el día, nevera y cocina a mi disposición, exterior y luminoso. Un departamento ocupado por otras personas, en el que sin embargo la mayoría de los días no estaba nadie, por lo que tuve suerte y de las siete noches, estuve solo cuatro, dos con otro chico y yo, y una sola noche tres estuvimos en el departamento.
Estaba algo alejado del centro pero muy bien comunicado. Con una parada de metro y de bus importante a cinco minutos andando.
El único problema es que no había llave para darme por lo que el anfitrión debía estar y estuvo pendiente a la hora que yo llegaba.