Pasamos unos días maravillosos en esta encantadora casa rural, ubicada en una zona tranquila ideal para desconectar del ritmo de la ciudad. La casa es acogedora, muy bien equipada y rodeada de naturaleza, lo que la convierte en el lugar perfecto para descansar y disfrutar del entorno.

Francisco, el anfitrión, fue simplemente excepcional. Desde el primer momento nos hizo sentir como en casa: amable, muy atento a cada detalle y siempre disponible para cualquier cosa que necesitáramos. Un gesto que nos encantó fue que nos trajo tomates de su huerto, frescos y deliciosos —un detalle sencillo pero muy especial que dice mucho de su hospitalidad.

Sin duda, volveríamos. Recomendadísima para quienes buscan paz, naturaleza y un trato cercano.

Muy buena estancia, calidad - precio muy competitivo y José Antonio muy amable y atento

Servicio genial, muy amable y muy atento en todo, unos tomates de su huerta riquísimo!n para repetir sin duda

Jose Antonio y Mari Carmen son unos anfitriones de 10. Muy atentos y dándonos recomendaciones de la zona. La casa es muy cómoda y tal y como sale en las fotos. Totalmente recomendable